Y aunque ahora están en diferente posición en sus vidas, Kristen engañando a Robert y Miley comprometiéndose con Liam, ambas han escogido el mismo camino: ¡poner en segundo lugar sus carreras y en el primero a sus parejas!
El caso de Kristen es muy complicado. Primero, ella cometió un error que la tiene en el ojo del huracán y aunque no es como para morirse, el público la ha criticado severamente. En vez de mostrar que su vida personal no es lo que el público debe valorar sino su carrera, Kristen se ha escondido para lidiar con la depresión, poniendo en juego sus futuros papeles. En Universal no saben si la contratarán para la secuela de ‘Blancanieves’ porque su imagen está por los suelos y su personaje en ‘Cali’ está en periodo de espera porque ella no quiere grabar ni salir de su casa.
En el caso de Miley, está en un momento crucial de su carrera: dejar de ser Hanna Montana para crear una carrera como adulta, pero en vez de ponerse juiciosa y grabar, ya que consiguió unos excelentes productores, se va de paseo con Liam e incluso evade las entregas de premios por ir a patinar con él. ¿Es que acaso cree que su carrera es un juego? Es cierto que Miley está trabajando desde muy niña y es lógico que quiera darse un tiempo para el amor y descansar, pero si se demora demasiado en ello, será olvidada en el mundo del espectáculo.
Tanto Kristen como Miley deben pensar como quieren ser recordadas: como artistas o como figuras del espectáculo más conocidas por sus romances, aventuras y corazones rotos.
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