Demi Lovato ha conseguido la reafirmación plena en su autoestima, lo contrario refleja el comportamiento de Miley Cyrus que ha tenido actitudes que han dejado mucho que pensar. Las jóvenes estrellas salidas de las filas de Disney han tenido que batallar con un sinfín de problemas, pero los resultados no han sido igual de alentadores para ellas.
Demetria está pasando por una de sus etapas más productivas, sus conciertos son un éxito y sus funciones como juez en "X Factor" son cada vez más concluyentes. Todo esto le valió para que la producción de los Teen Choice Awardsle confiara la conducción de la ceremonia por la gran pegada que tiene con el público juvenil.
En cuanto a Miley, debería estar viviendo una de los episodios más importantes de su existencia al comprometerse oficialmente con su novio, Liam Hemsworth. Se supone que la felicidad ronda tras sus pasos, pero las señales que envía son las de una persona que pudiera estar viviendo un gran dilema.
Su excesiva entrega al ejercicio físico que casi llega a la obsesión, las reiteradas oportunidades de mostrar parte de su anatomía casi al descuido y ahora las marcas y cicatrices que muestra en las muñecas dan luces que la ex Hanna Montana podría estar perdiendo la brújula en sus emociones. Pretender que nada está sucediendo es como querer tapar la luz del sol con el dedo.
Demi Lovato es la mejor muestra que las heridas del alma se pueden curar y es que la intérprete de "Skyscraper" decidió un día decir ya basta. Fue difícil lidiar con las fantasmas, pero al final salió fortalecida de la batalla. Para la Cyrus también puede haber un final feliz si decide enfrentar sus temores porque tiene como grandes aliados a sus seres queridos, además del cariño de los fans, que sólo quieren lo mejor para ella
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